Por Delfín Martell G.
El arte del sonido en el siglo pasado como vinculante social y
catalizante de sociedades y pueblos refleja
ritmos de vida comprometidos al pulso de crecer y consolidarse
en función de la cultura y; en especial de la económica.
Pero ¿como se involucra el hombre en este proceso? según estudios
sociales -a través de un termino llamado
moda- que entre las décadas de lo 50
y 60 establece la cultura del copiar formas
y estilos. Ejemplo; el idioma inglés sobre el español, el estilo de vida
vinculado a la forma de vestir, las drogas y la música. Frases como: Si no lo
haces… no estás en nada pana. Marcan un nuevo estilo de vida en nuestros países
de habla hispana. Para entrar en conexión me permito mostrar-muy general-
escenarios que marcan los puntos de conexión de la presente reflexión.
Escenario político
internacional: Cuba y el embargo económico; asesinato del presidente J.F. Kennedy, recrudecimiento
del problema racial al sur de los USA, Vietnam y sus implicaciones; los grupos
pacifistas, la cortina de hierro; la llegada del hombre a la luna.
Escenario político y
cultura nacional-internacional: La pugna artística entre Rolling Stone y The Beatles, el jazz se hace
escuela y el rock and rock- producto de
la fusión- entre el country y el rhythm and blues evolucionan. Las casas
disqueras investigan nuevas fuentes; como el caso de la
fusión del jazz blanco y la bosa nova. Venezuela inicia un periodo democrático,
pero con el detalle de la guerrilla en contra. El Dr. Rafael Caldera logra a
través de negociaciones -un acuerdo
político- que da paz y tranquilidad al
país. Musicalmente…Billos Caracas Boys conquista literalmente el corazón y gusto discográfico del venezolano-
imponiendo un estilo “moda” en el país- Las orquestas de Luis Alfonso Larrain, Chucho Sanoja y la del
maestro Aldemaro Romero; comparten
escenario con Sonora Matancera, Celia Cruz, gran combo de Puerto Rico, Tito
Rodríguez y muchos mas. Nuestro país representa - para la época- una excelente
plaza de trabajo para artistas internacionales, en tiempos de carnaval, navidad
y año nuevo.
Pero el mundo conocido esta en movimiento…son décadas de confusión.
Al perder Cuba el protagonismo como espacio recreativo y; por tanto, su réplica neoyorquina. Las baterías se enfilan hacia Brasil y
Argentina en la persona del maestro
Astor Piazzolla con el tango de la nueva guardia. Emerge del arte urbano la Bossa Nova y se
integra al jazz. Las grandes empresas del disco apoyan ampliamente la
integración de estilos y formas musicales mixtas.
¡La
Onda nueva y la
Salsa ! Estos nacientes géneros
musicales tienen una conexión muy interesante. En Venezuela la Onda Nueva se
nutre del folclore y el jazz; la Salsa-como género- del son cubano en conexión
estética también con el jazz. Lo interesante es que nacen y se conectan
perfectamente a mediados de la década de los sesenta; comienzos de los setenta.
Ambos como respuesta del sentir latino al fenómeno de la revolución socio-cultural que toma como
referencia: la cronología de la música
popular dividida en antes de the Beatles
y después de estos.
En la década de los
setenta y ochenta; nuevos géneros musicales dan a luz con muchas contradicciones. El Hip hop
irrumpe como base de la fuerza que expresa la necesidad urbana de crecer y
proyectar la raza y memoria colectiva- ancestral implícita en el sonido. Venezuela
en la década de los 80 y por ley de causalidad apertura una nueva etapa
musical; debido a las consecuencias económicas del vienes negro. Las casas
disqueras vuelven su mirada al producto artístico nacional… Ilan Chester,
Yordano, Franco de Vita, Colina, Melissa, Adrenalina Caribe, Elisa Rego,
Aguilar, Agni Mogollón, Ricardo Montaner, Guaco, Sergio Pérez; son tomados en cuenta como productos en el marcado nacional y
reciben el soporte promocional de los medios de comunicación como la televisión
ya que, los dólares a precio del ta´ barato impedían traer frecuentemente
artistas internacionales. El fenómeno del merengue con clase del maestro Juan
Luis Guerra se hace presente a mediados de la década de los ochenta (en
Venezuela) y en la década de los noventa su propuesta de bachata; los grupos vocal aparecen con propuestas en los géneros pop y
merengue hip hop -abonado el terreno- para el reggaetón.
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Prensa: Notiarte/ Fundaintegram
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